En alguna ocasión leí que todos tenemos una conexión directa con la tierra. Que todo lo que hacemos, directa o indirectamente tiene una repercusión en todo lo creado. Quiero decirte que francamente batallé para creerlo pero conforme ha pasado el tiempo, he aprendido que eso es una gran verdad.
Mucha gente no ha entendido el poder que los seres humanos tenemos al expresar nuestras emociones. Es impresionante cómo las palabras llenas de amor pueden cambiar notablemente nuestro entorno. Estoy seguro que tú también lo has vivido. El ejemplo más claro lo puedes percibir cuando amaneces de malas o enojado. Nos sucede en uno de esos días, que todos podemos tener, en los cuales sentimos que el mundo está en contra nuestra.
Cuando decimos palabras hirientes o lanzamos gritos despectivos en contra de quienes nos rodean, vemos que en determinado momento la gente puede cambiar su carácter desfavorablemente y al rato todo mundo está gritando y lanzando insultos. ¿Lo has percibido?
Sin duda, de todos los avances en las investigaciones relacionadas con la actitud positiva, los que más me han impactado y, que pongo a su consideración, son los obtenidos a través de varios años por parte del doctor de origen Japonés Masaru Emoto, quien recientemente publicó en varias páginas de Internet los resultados de una serie de estudios verdaderamente sorprendentes. Demostró cómo determinados sonidos, palabras y pensamientos, alteran la estructura molecular del agua. Lo demostró de la siguiente forma: Expuso agua a diferentes agentes (sonidos, palabras, emociones y personas con diferentes sentimientos y pensamientos) y posteriormente la congeló y fotografió los cristales que se forma durante este proceso. Los resultados fueron verdaderamente asombrosos, ya que las formas, colores y brillo de los cristales son muy diferentes en todo lo relacionado con palabras y sentimientos de amor y bienestar.
Se observó una forma simétrica y una gran belleza de los cristales de agua expuestos a palabras como: “Ángel”, “Amor”, “Gracias” o “Alma”. Algo similar ocurre cuando se realiza una oración, inclusive a distancia.
Y se observó un cambio impresionante en palabras relacionadas con el odio, al exclamar frases como: “Me das asco”, “ Tonto” o “Te odio”. La música también tuvo un efecto directo sobre las moléculas de agua. Los cristales del agua adquirieron cierta belleza al ser ésta expuesta a música de los grandes clásicos como Bach o Beethoven, y se partieron al ser expuesta a la música heavy metal.
Lo más importante de esta serie de estudios nos pone a pensar, ya que recordemos que el 70% de nuestro planeta y de nuestro cuerpo, está constituido por agua. Si los pensamientos y las palabras tienen efecto sobre un recipiente con agua que está a varios metros de quien piensa en negativo o profiere palabras hirientes, imagínate el efecto que tendrá en nuestro organismo. Es por eso que quienes practican actos de bondad o gratitud en forma frecuente, tienden a manifestar una mejor salud mental y física. Quienes bendicen frecuentemente a la gente que los rodea y además hacen oraciones para pedir por la paz, el bienestar y la fraternidad, libran mejor las enfermedades.
Bendecir, en lugar de maldecir. Pronunciar palabras que hagan sentir bien a quienes nos rodean, y evitar herirlos con emociones y sentimientos negativos, son estrategias infalibles que nos propiciarán una buena salud mental y física.
¿Puedes imaginarte los efectos que tienen las rabietas que emitimos cuando algo no sale como esperamos? ¿Los daños que ocasionamos a todo ser vivo cuya estructura está compuesta por agua? Todo esto puede parecernos hasta cierto punto como algo mágico o difícil de creer, pero la opinión final la tienes tú.Estamos siempre conectados con nuestro entorno y esa conexión puede dañar o favorecer a todo lo que nos rodea.
Ahora entiendo por qué hay personas que con su sola presencia me hacen sentir bien y hay quiénes me hacen sentir lo contrario. No lo olvides. Tus palabras, tus emociones y tus pensamientos tienen poder. Si piensas que con ellos puedes causar efectos negativos, procura modificarlos en forma positiva paso a paso. No te desanimes si al principio no hay muchos avances. Ten siempre la intención de ser una mejor persona, alguien que siempre fomente la armonía y el amor a los demás; ya verás que habrá grandes cambios en todo lo que te ocurre. Procura vivir de tal forma, que cuando te vayas de este mundo, hasta el universo sienta tu ausencia. ¡Ánimo!
RECUERDA QUE EL PROBLEMA NO ES LO QUE TE PASA
SI NO COMO REACCIONAS A LO QUE TE PASA
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