15 de agosto de 2010

PERDONAR, SANAR, RESTAURAR RENOVAR BY CESAR LOZANO


Perdonar, sanar, restaurar, renovar .

Porque existen recuerdos, situaciones, acontecimientos,
personas, que más que huellas han dejado heridas en el alma
y se convierten en la piedra en el zapato que no nos deja
avanzar puesto que duele y lastima cada vez que intentamos
caminar… es necesario, urge, aprender a perdonar…

¿Y qué es el perdón?... es la medicina que sana el dolor del
alma, es elsentimiento que devuelve la esperanza, es el
milagro que renueva o restaura,es la magia que nos permite
recordar sin sufrir, y muchas veces olvidar aquelloque tanto
nos hizo llorar, nos robó la fe, en el amor, en la amistad, en
Dios,en uno mismo o en los demás…

Por ello debemos aprender a Perdonar; quizás a Dios, no
porque haya hecho algomal… sino por aquello que lo hemos
de culpar: enfermedades, accidentes,consecuencias de los
errores de la humanidad, infertilidades, hijos
concaracterísticas no esperadas, abundancias o carencias,
inconformidades propiasque nos impiden encontrar la paz.
Hacemos de nuestra oración un muro delamentos, nos
alejamos de El porque no logramos entender o discernir cuál
es su>voluntad, le culpamos de los errores de otros…

Para poder renovar nuestro interior, es preciso liberar de
toda culpa a Dios,aprender a descubrir y experimentar su
inmenso amor y encontrar en él lasanación interior…

Hay casos en los que nos cuesta reconocer, que es a
nosotros mismos a los quedebemos perdonar; porque nos
culpamos de muchas de las cosas que pasan anuestro
alrededor, juzgamos muy severamente nuestros errores, nos
atormentamos por loque dejamos de hacer o hicimos mal;
divorcios, muertes, separaciones, palabrasdichas y otras que
no se dijeron, flores marchitas, historias de amor y
amistadque no lograron terminar de escribirse o que tuvieron
un triste final… y nosquedamos estancados en el pasado sin
poder avanzar; negándonos la oportunidadde empezar de
nuevo, liberarnos, restaurar, renovar…

Perdonarnos, es ser capaces de aceptar e indultar nuestra
propia humanidad;pasar la hoja, atrevernos a escribir un
nuevo capítulo de nuestra historiapersonal.

Para encontrar la paz del alma, hace falta perdonar también
a los demás; lapalabra que dolió, la traición que golpeó, la
acción que la vida destrozó, elabandono que dejó vacíos
internos, la omisión, la indiferencia, los acosos, elcansancio,
la fragilidad humana del otro que tanto hirió, que robó la fe,
laesperanza de creer en el amor, en la amistad, aún en el
mismo perdón…

Perdonar al otro es liberarnos de sentimientos que causan
mucho más dolor;porque nos encasillan en hechos que ya
pasaron, en tormentas que cesaron, endiluvios y terremotos
que aunque arrasaron con lo mejor de nosotros mismos,
notodo se lo han robado; porque mientras nuestro corazón
siga latiendo, tenemos laoportunidad de seguir viviendo,
restaurando lo que está destruido, renovar elcorazón herido,
devolviendo la fe y la paz que se había perdido…

El perdón sale de nosotros mismos, de nuestra capacidad de
amar, de volver aempezar… El aprender a perdonar surge de
esa experiencia que tengamos delAmigazo Dios que nos
enseñó a perdonar, saldando El mismo todas nuestrasdeudas,
liberándonos de toda culpa, regalándonos la nueva vida en el
amor que adiario nos manifiesta, en esa cruz, que más que
condenarnos nos redime y nos libera…

Perdonar es empezar de nuevo, amar con tanta intensidad
que hagamos del perdónel milagro que restaure nuestra vida,
le devuelva la paz y la esperanzaperdida; y nos llene de
fuerza y fe para hacer nuestros sueños realidad...

Por ello, revisa tu interior y piensa: ¿Qué te hace falta
perdonar? ¿Qué teimpide avanzar?... ¿Estás listo para
empezar de nuevo, reparar, restaurar,renovar?...

Solo Dios nos da esa capacidad de perdonar; de El recibimos
y aprendemos elperdón que le devuelve la paz al corazón…

Cada día en nuestra oración repetimos: Perdónanos como
perdonamos… digámosletambién, enséñanos a perdonar
como Tu nos has perdonado…

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